"Hay que acabar con el sueño de la extinción del Estado para avanzar hacia la limitación del poder"
"Las libertades que defienden los liberales no están garantizadas nunca por los poderes coloniales"
La Nueva Espana 22.10.2015 | 03:57
http://www.lne.es/suscriptor/cultura/2015/10/22/hay-acabar-sueno-extincion-avanzar/1830232.html
Joaquín Rábago El del filósofo italiano
Domenico Losurdo (Sannicandro de Bari, 1941) es uno de los nombres que más
resuena en el ámbito de la crítica al liberalismo como en el ejercicio de
revisión de la tarea de la propia izquierda. Su obra, ampliamente difundida en
España, aporta un material precioso para el análisis del tiempo actual.
-¿Es su "Contrahistoria del Liberalismo" algo así como
una respuesta al "Libro negro del comunismo?
-Esa comparación sólo capta un aspecto de la realidad. Tras
señalar las macroscópicas cláusulas de exclusión que caracterizan el
liberalismo, mi libro insta a la izquierda marxista a declararse heredera del
punto fuerte de aquella tradición del pensamiento: hay que acabar con el sueño
de extinción del Estado, de la desaparición del poder como tal. En su lugar,
hay que pensar y practicar la limitación del poder. Ocurre que, históricamente,
el Occidente liberal se ha planteado el problema de la limitación del poder
sólo dentro de la comunidad blanca mientras que en relación con los pueblos coloniales
ha ejercido tradicionalmente un poder absoluto, como demuestra el recurso a la
esclavitud e incluso a prácticas genocidas. Todavía en nuestros días, cuando se
arrogan el derecho a desencadenar guerras incluso sin autorización del Consejo
de Seguridad de la ONU, el Occidente liberal y su país guía pretenden ejercer
un poder absoluto a nivel internacional. Frente a este poder absoluto está una
tradición política que se inspira en Marx, en Engels y en Lenin y que en la
teoría y la práctica ha puesto en tela de juicio el dominio colonial y
neocolonial. Todo esto no lo reconoce el "Libro negro del comunismo",
que se limita a expresar la ideología de la guerra propia del Occidente
liberal".
-El liberalismo se identifica habitualmente con individualismo,
democracia, respeto a los derechos humanos, pero también en lo económico con
propiedad privada y libre mercado.
-En relación con la vulgata marxista, que considera
"formales" e irrelevantes las libertades tan queridas de la tradición
liberal, mi libro procede de modo diferente: toma en serio las libertades
liberales, pero demuestra que no están nunca garantizadas por los poderes
coloniales, sino sometidas sistemáticamente a la esclavitud, al trabajo
impuesto, al hecho de diezmar e incluso aniquilar ciertas poblaciones. Las
guerras coloniales de los últimos años, por ejemplo, la lanzada contra Libia,
comienzan con la congelación de los bienes del país objeto de la agresión. Y en
este caso los liberales se cuidan muy mucho de agitar la bandera de la defensa
de la propiedad.Tras llamar la atención sobre lo que yo denomino las tres
grandes discriminaciones - contra las razas "inferiores", contra los
trabajadores asalariados y las mujeres- podemos añadir otro elemento crítico:
el disfrute de los derechos civiles y políticos es algo limitado si no va
acompañado de los derechos sociales: trabajo, salud, educación. Mi
Contrahistoria del liberalismo no se limita a criticar el económico, sino que
lleva a cabo una crítica completa del liberalismo.
-En su libro, usted pone en efecto de relieve la hipocresía de
los padres del liberalismo al limitar los derechos humanos sólo al hombre
blanco y justificar la esclavitud, el colonialismo y el exterminio de pueblos.
-Tomemos los textos constitutivos de la fundación de Estados
Unidos. A primera vista, la Declaración de Independencia y la Constitución de
1787 parecen inspirados por un "pathos" universalista de libertad:
"Todos los hombres son creados iguales", así empieza el primer
documento. Es necesario "salvaguardar para nosotros y nuestros
descendientes el don de la libertad", así comienza, con no menos
solemnidad el segundo. Basta, sin embargo, una lectura algo más atenta para
encontrar en el primer artículo de la Constitución una contraposición entre
personas "libres" (free persons) y el resto ("other
persons"). Las personas no libres son evidentemente los esclavos aunque la
palabra "esclavo" no aparezca en el texto y se recurra a eufemismos
diversos. No importa, lo cierto es que la Constitución de 1787 celebra la
libertad (de los blancos) y al mismo tiempo sanciona la esclavitud. Es el
primer ejemplo de Estado racista, que sobrevivió a la abolición de la
esclavitud y que impuso la supremacía blanca incluso a mitad del siglo XX. Y si
damos un salto de varias décadas, en un libro que ya en su título quiere
celebrar la libertad, "On Liberty", de John Stuart Mill, un liberal
inglés de izquierdas, explica muy pronto que en el caso de los
"bárbaros", es decir las "sociedades atrasadas en las que la
misma raza puede considerarse como menor de edad", lo adecuado es "el
despotismo", los pueblos coloniales están obligados a "la obediencia
absoluta".
-En otro libro traducido también al castellano, "El
Lenguaje del Imperio", abunda usted en la idea del doble lenguaje, de la
doble vara de medir de los liberales, y denuncia, por ejemplo, cómo los
políticos y los medios llaman "terrorismo" sólo al que ejercen los de
abajo y no al de los propios Estados.
-En El Lenguaje del Imperio cito un libro que cuenta "los
primeros años de la CIA". Su autor, un periodista estadounidense, relata
los numerosos intentos de asesinar a Fidel Castro. El autor se centra sobre
todo en los detalles técnicos o los aspectos más o menos pintorescos: las
substancias tóxicas utilizadas, los cigarros preferidos de la víctima, el
"pañuelo tratado con bacterias", el papel atribuido a la
"mafia". Pero en las páginas de ese libro se buscará en vano un
juicio de condena moral del recurso al terrorismo. No se utiliza esa palabra,
es inconveniente cuando se trata de definir los asesinatos perpetrados o al
menos intentados por la CIA.Y no se trata sólo de Cuba. Hace poco tiempo, un
prestigioso diario italiano- La Stampa- informaba d e una tragedia ocurrida
durante la Guerra Fría: "El chino Chu En-Lai tenía que haber saltado por los
aires en el avión de Air India que se dirigía a la conferencia de países no
alinados de Bandung, Indonesia, pero en el último momento cambió el programa y
el avión explotó sin su presencia a bordo", arrastrando a la muerte a
personas totalmente inocentes (ni siquiera eran ciudadanos del país enemigo).
Con ese mismo distanciamiento, los medios occidentales se refieren al
terrorismo contra los científicos sospechosos de colaborar con el programa
nuclear iraní y que han sido asesinados por los servicios secretos israelíes.
-¿Por qué cuando se habla del exterminio de los indios de
América se acusa sobre todo a españoles cuando en los países hispanos es donde
hay pese a todo mestizaje mientras que en EEUU apenas quedan indios y muchos
viven en las reservas?
-En la nueva edición de mi libro "El revisionismo
histórico" doy dos ejemplos, que tomo de un famoso historiador británico,
Niall Ferguson.El primer ejemplo: "En 1651, los indios americanos
representaban cerca del 80 por ciento de la población total tanto de América
del Norte como del Sur, Brasil incluido. En 1825, todo había cambiado
radicalmente. En la América española, los indígenas representaban aún el 59 por
ciento del total de población; en Brasil, sólo el 2 por ciento y en
Norteamérica menos del 4 por ciento.Y ahora veamos la condición de los negros:
"La suerte de los esclavos en la América Latina prerrevolucionaria no era
del todo desesperada (?)En América Latina era habitual que los esclavos
poseyeran un pequeño terreno (?) En Norteamérica los propietarios de esclavos
se sentían con derecho a tratar sus "bienes" como mejor les
pareciese, independientemente de que se tratase de seres humanos o de
tierras(?) En Virginia una ley de 1669 decía que el amo que matase a su esclavo
no cometía ningún crimen". Todo lo cual no impide a Niall Ferguson
expresar su admiración por el imperio británico y el estadounidense y su deseo
de que este último siga dominando el mundo.
-¿No hay también racismo en el trato que Israel dispensa a los
palestinos? ¿No es propio también de una actitud neocolonial?
-Conviene recordar la distinción que hace Lenin entre
"anexión política" (el dominio colonial clásico que impide al pueblo
sometido constituirse en Estado nacional independiente) y "anexión
económica" (control económico neocolonial de un país formalmente
independiente). En nuestros días, el colonialismo clásico sólo sobrevive en
Palestina: allí los nativos en el plano económico siguen siendo expropiados
mientras que en el plano político están sometidos a Israel. Ello pone en tela de
juicio la credibilidad del papel de custodios universales de los derechos
humanos que se atribuyen Estados Unidos y la Unión Europea. De ahí, su repetida
, aunque respetuosa) solicitud a Israel de que haga alguna concesión y pase de
la anexión política, es decir de la anexión política a la económica: del
colonialismo al neocolonialismo.
-¿En qué está trabajando tras la publicación en España por la
editorial El Viejo Topo de su libro "La izquierda ausente: Crisis,
sociedad del espectáculo, guerra"?
-Últimamente ha aparecido
en Italia una nueva versión ampliada de mi libro "Il revisionismo storico.
Problemi e miti". Y puedo anunciar que en los próximos meses entregaré a
mis editores un libro titulado "La paz perpetua. Entre las ilusiones del pasado
y los peligros del presente". Creo que el propio título da ya idea del
contenido".
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